“Las grandes distancias me enseñaron a ver mejor la esquina de mi casa. También aprendí el valor de la ausencia: cualquier lugar es mejor, apenas uno se va.”
— Crónicas del Ángel Gris, Alejandro Dolina
Termina el verano en España y empieza el invierno en Colombia. Terminan mis vacaciones en Colombia y poco a poco voy integrándome al país que dejé hace siete años, vuelvo a vivir a este lado del Atlántico.
A partir de ahora entraré a formar parte de las personas cuyo corazón estará condenado a pendular. (video)
Regreso a Bogotá, vuelvo a vincularme a la Unidad de Medios de Comunicación de la Universidad Nacional de Colombia y tengo de nuevo a mi familia muy cerquita y muy contenta de saberme aquí. Percibo su alegría y ésta es una de mis mayores motivaciones.
El cambio de residencia y los nuevos retos laborales no impedirán que continúe apostando por proyectos que me llenan de profunda ilusión como «Huilenses en el mundo», en cuyo futuro tengo mucha esperanza, así como otras ideas que rondan por mi cabeza -y la de alguna «socia»-, sobre las cuales les estaré contando.
Regreso a Colombia por un tiempo, no sé cuánto. Lo hago contenta, animada, expectante y cumpliendo el deseo que tenía de querer estar por estos lados un tiempo más largo.
La Diana que regresa ya no es la misma que cogió un vuelo en enero de 2006 para crecer como persona y profesional fuera del país: esta Diana ya tiene a España atravesada en su vida y a Madrid anclada en su corazón.
Desde la lluviosa y nublada Bogotá, quiero darle las gracias a mi «patrocinador oficial», a mi hermano y colega, Winston, porque él me dio la llave con la que yo terminaría abriendo no una, sino muchas y extraordinarias puertas. Gracias hermano.
Quiero agradecer también a cada uno de los amigos, compañeros de trabajo, jefes, colegas… que han hecho inolvidable mi experiencia en España.
Igualmente, debo agradecer a los artistas, músicos, cantantes, escritores, investigadores y expertos que sin pensárselo siempre dijeron que SÍ cada vez que los convoqué o lo invité a formar parte de alguna de actividades académicas y culturales que coordiné.
MUCHAS GRACIAS POR SU APOYO Y CARIÑO.
Desde esta ciudad que también me arrebata simpatías y apegos, y afectos, les reitero mi aprecio.
Espero que nuestros caminos se crucen de nuevo, no importa en dónde, lo importante será siempre la alegría del reencuentro.
¡Hasta pronto!
Deja esa llave maestra junto a las que vayas ganándote por ahí y que ese llavero siga creciéndote dentro. Suerte no voy a desearte porque creo firmemente que te bastas para hacer que las cosas que emprendes salgan bien.
¡¡Vaya Isolda!!, gracias por esa confianza. Esta bien, no me desees suerte, pero que no me falte tu buena energía, que como ya sabes, me fortalece y me anima. ¡Abrazo parcera!
Me ha encantado tu entrada, me alegra que êstes el tiempo que quieras junto a tu familia; y comprendo como nadie está frase que también expreso lo que siento: «Esta Diana ya tiene a España atravesada en su vida y a Madrid anclada en su corazón.»
¡Rosa! qué bueno que te pases por mi blog, me alegra que te haya gustado este post y que coincidamos de una u otra manera en la sensaciones que tenemos las personas que hemos emigrado.
Me ha gustado mucho esta entrada y lo que transmites. Éxitos en ese regreso a casa. No ha ser una decisión fácil, pero son esos nuevos retos que se ponen en nuestro camino los que nos mantienen vivos. Un abrazo
Es tan difícil regresar, tanto como lo fue irse. Colombia ha cambiado en muchas cosas, dicen, pero sigue siendo igual en muchas otras que son precisamente a las que debo readaptarme. Siempre nos acostumbramos muy rápido a la buena vida, especialmente si se nos ha permitido ser felices, si nos hemos sentido cómodos y seguros. He sido feliz en España. Aunque no sé cuánto tiempo estaré por estos lados, este regreso no será definitivo, la palabra «definitivo» se va diluyendo cuando la vida te ha dado la oportunidad de haber vivido fuera. Gracias por tu comentario y sigue contando conmigo para lo que requieras en tu blog, que me encanta.
Mi querida colega, es muy bueno estar en casa, lo mejor es haber crecido como persona y profesionalmente, ademas de tenerte como una gran amiga.., somos dos que tenemos a Madrid anclada en el corazón…Ya sabes donde estoy y espero muy pronto verte…, te extraño.
Sé donde estás y espero que nos encontremos de nuevo allí, aquí o allá. Por lo pronto espero que todas las cosas vayan bien para ti, gracias por el afecto.
Dianilla: No te olvides de que la vida es un constante ir y venir y en ese movimiento siempre está la brújula del afecto, que nos permite sucumbir. Es una gracia contar con amigos que te esperan con los brazos abiertos a donde vas.
Es algo realmente bonito sentirte apreciada, me siento muy privilegiada por ello.
¡Buena suerte! Espero te vaya todo my bien en tu regreso.
¡Gracias Laura! Por ahora todo va muy bien. Seguimos en contacto. Un abrazo!!