Por qué me siento feliz de vivir en este “país de mierda”

Esta mañana, mientras hacía el cambio de NIE por DNI en el banco, al ver mi nuevo documento, la persona que me atendió ha dicho: “No sé si darte la enhorabuena o el pésame”. Mi respuesta fue inmediata: ¿Por qué habría de darme el pésame? Pero recibí el silencio como respuesta…

Pictograma (Proyecto Migranta.org)

Este pictograma forma parte del proyecto Migranta.org

No es la primera vez que me dicen algo así y empiezo a sentirme un poco harta. Desde que he compartido la buena noticia de mi concesión de la nacionalidad española he tenido que oír frases desconcertantes. Algunas amigas y amigos españoles me han preguntado cosas como: «¿te sientes feliz de estar en este país de mierda?», “para qué quieres el pasaporte español si somos un país de mierda, ya no nos quieren en ninguna parte” o «¿de qué te puede servir esa mierda de papel ahora?».

No pretendo tapar el sol con un dedo. Es verdad que en este momento suceden muchas cosas; las noticias negativas y muy negativas se relevan a ritmos vertiginosos, pero esta es solo una parte de la realidad que vivimos. España es mucho más que crisis, corrupción o desempleo. Así que lo siento por ellos y lamento que su miopía les impida ver más allá.

Seguramente el haber nacido en Colombia, un país que afronta un conflicto interno que suma varias décadas, me ha enseñado a ver los aspectos positivos, bonitos, esperanzadores. La misma forma en la que veo a España.

CARTEL razones para ser feliz

Imagen tomada del muro de facebook de la revista “La noche de las letras.

Vivo hace siete años en Madrid y desde el primer momento he recibido más de lo que esperaba. Aquí me he formado, aquí he trabajado, aquí he participado de proyectos relacionados con el arte, la cultura, la migración; aquí he construido amistades con personas extraordinarias.  Este lugar me ha permitido crecer como profesional, pero sobre todo como persona.

¡Cómo no voy a estar feliz con la concesión de mi nacionalidad!

Sentir que formas parte del lugar que te acoge es una de las cosas que he aprendido en este tiempo. Me gusta mucho vivir aquí. Me encantan mis rutinas y descubrimientos cotidianos. Disfruto caminando tranquilamente por las calles de esta ciudad, mientras ella no deja de sorprenderme.

No puedes impedir que los lugares te impregnen, pues construyes con ellos una sinergia especial.  Con el tiempo vas tejiendo lazos imperceptibles, inexplicables, pero fuertes. Seguramente esa es la razón por la que incluso ya echo de menos  a Madrid cuando me alejo por mucho tiempo.

Magola

«Magola»

Tener la nacionalidad española es un privilegio, no solo por los lazos emocionales que he construido en este lugar, sino también porque sé que he ganado muchas cosas. La primera de ellas es tranquilidad. Solo quienes hemos tenido que realizar los trámites que nos permiten permanecer de forma legal en este país sabemos qué se siente abandonar la tensión, el nerviosismo, la preocupación y el estrés que genera emprender ese papeleo.

También sé que he ganado tranquilidad, cuando pienso que ahora no tendré miedo de salir a una manifestación a protestar por las barbaridades que se están cometiendo en este país en nombre de la democracia. Antes sentía temor porque incluso para una inmigrante, protestar en los espacios públicos puede ser contraproducente.

Pictograma del proyecto Migranta.org

Pictograma del proyecto Migranta.org

La segunda cosa que he ganado es la sensación de tener el mundo al alcance de mi mano. Intente Ud. viajar  al exterior durante un año con un pasaporte colombiano y luego me cuenta… No es lo mismo entrar a un país como europea que como latinoamericana, y casi que ni como latinoamericana, sino como colombiana. Nos guste o no, continuamos arrastrando el estigma de nuestra nacionalidad.

Esto es algo que no termina de entender bien alguien que ha nacido aquí, porque nunca ha reparado en reflexionar acerca de que, aunque España no está atravesando su mejor momento, seguirá estando en Europa y continuará  perteneciendo al llamado Primer Mundo, aun cuando muchas cosas cambien. Esto siempre les dará ventajas y derechos a sus ciudadanos, en comparación con los de  otros países.

Por eso, para una inmigrante adquirir la nacionalidad es una apuesta, un reto y, por esa misma razón, los comentarios indolentes de quienes no piensan antes de hablar terminan estando fuera de lugar.

Me siento de aquí porque este es el lugar que camino, respiro, escucho, huelo y palpo… y sí, me siento feliz de tener “esa mierda de papel” que me reconoce como española,  porque me recuerda que cada experiencia vivida en este país ha merecido la pena.

15 pensamientos en “Por qué me siento feliz de vivir en este “país de mierda”

    • LIzette, gracias por tu comentario. Estoy completamente de acuerdo contigo, nos olvidamos con mucha frecuencia de lo privilegiados que somos. Necesitamos sacudirnos la desesperanza, el derrotismo, la falta de autoestima que tenemos como sociedad. España es un gran país, y lo es por su gente.

  1. Qué bonito sería que este “país de mierda” reconociera lo feliz que se siente de que formes parte de él y que hablase abiertamente de lo que personas como tú nos aportan cada día al común de la sociedad y al particular de quienes tenemos la suerte de cruzarnos en tu camino y mantenernos en él.
    Gracias por sentirte feliz!!

  2. Compis, desde este país de m… que muchos creen que es Colombia, quiero felicitarte por tener la capacidad de reconocer el valor y las cosas buenas que nos rodean. Conflictos, miseria, pobreza, injusticias etc, hay en todos los lugares del mundo, lo malo es creer que es lo único y cegarse ente las bondades que la misma vida nos plantea. El reto está en descubrirlas. Dimelo a mi que adoro esta nación colombiana y pese a muchas de sus tragedias y mala fama (muchas veces infundada), no la cambiaría por nada. Me alegra que estés feliz. Recuerda que por estos lados también se te quiere mucho.

    • Querida compa del alma, gracias por compartir estas bellas líneas. No imaginas la alegría que siento. Los matices de la compleja realidad de ese país que adoramos no han opacado, ni opacarán el profundo afecto que siento hacia Colombia, por una razón sencilla: allí he sido inmensamente feliz.

  3. Guau! Es increíble tu post, describes muchas cosas de las que yo siento, y cuando di la noticia de que me la habían concedido muchos me dijeron que para que ahora? y muchos otros se alegraron por mi, yo me he quedado con los rostros alegres que compartieron mi felicidad.
    Enhorabuena Diana!

    • Esos son los rostros con los que debemos quedarnos Harvy. Gracias por tu comentario y las dudas que tienes respecto a los pasos que siguen a partir de la concesión de la nacionalidad te las respondo vía inbox. ¡¡Enhorabuena también para ti!! Un abrazo.

  4. Que bien que lo hayas expresado así, además porque lo que has hecho es sumar, ampliar alegrías, agradecimientos, experiencias y sentimientos porque la nacionalidad colombiana no la has perdido.Y uno puede y debe lamentarse o quejarse cuando sea necesario pero sin dejar de caminar. Siempre hay más cosas positivas que negativas en la vida-, el vaso siempre está medio lleno, nunca medio vacío, sin desconocer lo que falta para que se llene, pero siempre tiene algo dentro.

  5. Pingback: Regreso | Notas a pie de página

  6. Que buen post. Estaba buscando las mil razones para fundar mi frustracion y me tope con tu blog y me cambio el animo. Gracias por compartir tu luz.

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